miércoles, 31 de diciembre de 2008

Eagle Fly Free

3 trollkin
En la víspera del nuevo año, dejo aquí este video dedicado a Braki, que sé que le va a gustar. Es el "Eagle fly free" de Helloween tocado a la batería por un japo que parece la jodida reencarnación del mismísimo Ingo.





Perfecto, una tralla apabullante sin un sólo error (perdonaremos que se le escape la baqueta al final por fliparse). Merece la pena ver más vídeos de este tipo, en especial los de Slipknot. La única pega es que, dado lo amantes que son los japos de censurar las partes sexuales de la anatomía, podemos suponer que este hijo de perra tiene cara de pepino. O de bisectriz. Pero bueno, mientras siga tocando así se lo perdonamos. Al menos no se ha puesto una máscara, tan de moda últimamente en el ñu metal. Y es que la naturaleza manda, amigos, no todos pueden ser tan atractivos como yo. xD


Feliz año 2009!!!!!!!!!

martes, 30 de diciembre de 2008

El garrulo finlandés

2 trollkin
Desayunando hoy en el bar, al ver a un garrullo autóctono de la zona se me ha venido a la mente una curiosidad que me ocurrió en Helsinki, Finlandia.


Yo estaba de camino a Ningbo, China. Y el avión hacía escala en Helsinki, la llamada “puerta de Asia”. Al aterrizar me quedaban unas tres horas para el siguiente vuelo a Beijing. Bajé del avión, ojo, sin ponerme la cazadora (Finlandia, Noviembre, 19:00 hora local y medio nevando, imaginaos el percal) para que comprobaran estos finlandeses que en León también sabemos pasar frío. Con dos cojones y un palo. Pedí un taxi porque del aeropuerto a la ciudad había un cacho. Y me metí en el primer bar que pillé. Bien podía llamarse Peura Punakka (“El reno rojo”) o Hiidenkiuas -lta Linus (“La tasca de Linus”). No lo recuerdo, no sé finlandés, y me pareció un idioma complejo. Como una especie de ruso hablado con acento italiano. Fuera hacía un frío que se te quedaban los huevos morados. Pero dentro era otra cosa. Aparte de estar hasta las tetas de gente, hacía un calor infernal. Así que, tras calzarme un par de cervezas y olisquear un poco el ambiente, me fui al servicio a cambiarle el agua al canario. Cola. Me tocó esperar justo delante de lo que parecía un estibador del puerto. Camiseta a rayas, vaqueros deshilachados, rostro enjuto curtido por el frío y enrojecido por el alcohol, espesa barba y mata de pelo de un tono rojizo. Bien podía llamarse Pekka Kuoppala o Alexi Himannen. El estibador. Un 20’ se lo liquida en 10 minutos. Quién sabe. Pensé “Verás éste la que lía en el baño. Un garrulo es un garrulo, sea en Laponia o en Casablanca.” Así que entré tras él.


He de decir que, pese a que el tugurio no era el más pijo que yo haya visto, el baño estaba impecable. Nuestro amigo el del puerto se situó con precisión milímetrica frente al urinario. Se sacó la chorra y, aparentemente (no me iba a poner a comprobarlo), no se derramó ni una gota del dorado líquido desde que empezó hasta que acabó. Se sacudió el badajo (creo que un número de veces prudente, se ve que en Finlandia más de tres también es paja), tiró de la cadena y se lavó las manos vigorosamente con un jabón en espuma, cogió una pastilla antiséptica de un dispensario que había, la colocó en el urinario para reemplazar la gastada, volvió a tirar de la cadena y se lavó las manos de nuevo. Se secó con un papel que a tal efecto había en un expendedor y arrojó los restos a una papelera. Después, diciendo “Excuse me sir”, salió de escena pasando por delante de mí.


Pensé “Joder con Finlandia, es un país civilizado”.


En un alarde, imagínense la misma escena con un autóctono español. Un garrulo ibérico. El típico bar spanish con un servicio que parece que con solo entrar vas a pillar disentería. El garrulo mea en el cagadero (que es de machos, no como el urinario), vertiendo la mitad fuera y la otra mitad en un agüita que ya relucía dorada de anteriores vicisitudes. Enfunda el aparato de nuevo en su sitio (imagino, recolectando su ropa interior las ultimas gotitas). En caso de que hubiera dispensario de pastillas antisépticas (que ni de broma) lo rompería de un codazo para llevarse la mitad a fin de enseñárselas a su santa y desparramaría el resto por el suelo. Coge un cacho de papel para hacer ademán de secarse unas manos que no se ha lavado, yendo a parar los restos o al lavabo o al suelo. Y tan feliz, tras chapotear un rato en los meos del suelo porque el chap-chap es un sonido la mar de agradable, amén de las huellas negras que dejan luego sus botas, sale del baño al grito de “¡QUÍTATE TÚÚÚÚÚ!”



Y luego los hijos de puta de los franceses tienen la desfachatez de decir que España es África. Pobres africanos.



NOTA: Esto es una exageración dramática de una realidad cambiante (lleva tantos años cambiando…) sin ánimo de ofender.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Der Panzer

5 trollkin
Esto es un post de desahogo, para que compartáis mi drama diario.


Oficina. 9:30 de la mañana.


Yo estoy sentado en mi mesa, tecleando en el ordenador. Pegada a mi mesa hay un pequeño mueble con una impresora.


De repente, un golpe ensordecedor me taladra los tímpanos a la vez que el monitor de mi mesa tiembla. Sí. Es el panzer. Y el golpe, aunque lo parezca, no es un disparo del obús de 88 mm de un VI Tiger. Es la forma que tiene ella de cerrar la bandeja de papel de la impresora. ¿Suavidad? Para qué, estos engendros electrónicos el único lenguaje que entienden es el de la violencia. Acto seguido, suena “¡pum!”, “¡pum!” , “¡pum!” Ahí va el panzer, moviendo su tonelaje sobre sus tacones. Y de repente “¡BOOOOM!”. No, no es un cañonazo. Es el panzer poniendo un sello en un papel. Del sello casi no va a quedar ni el recuerdo, y en la mesa a poco se abre un boquete. ¿Suavidad? Para qué. Esos engendros de mecanismo simple solo entienden el lenguaje de la violencia.

Si esta oficina no parece Carentan es porque faltan los clásicos gritos de:


“Medic! We need a medic!”


Ra-ta-ta-ta-ta

“Angriff! Angriff! Lassen Sie die Amerikaner zurück gehen!”

Tac-tac-tac-tac-pling! (sí, esto es un M1-Garand xD)

“We are under intense kraut artillery fire! Where are our fucking Shermans!?”

Sssshhhhhiiiiiiiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu …. BOOOOM!!

“Für den Führer! Für den Ruhm von Deutschland! Wir übergeben nie!”



Y eso no es todo…. El panzer es fea como un demonio (y encima viene por las mañanas sin peinarse, de verdad que parece una arpía con el rictus desencajado), compacta (medirá lo mismo de alto que de ancho), tremendamente pesada y muy desagradable (amabilidad cero). Hace chistes sin gracia y tiene unas coletillas y expresiones habituales sacadas de la tele, imagino (qué gran fuente de inspiración nos asiste) que dan ganas de vomitar.


En fin. Si el general Rommel hubiera tenido bichos como este en sus panzerdivision, con toda seguridad hubiera ganado en El Alamein.





Soy un hijoputa, sí. Y además hoy estoy encabronado.

martes, 16 de diciembre de 2008

La nieve en un duro dia de trabajo

2 trollkin








Otro día os pongo los vídeos, que ahora tengo que trabajar