miércoles, 28 de enero de 2009

Decálogo de los Culitos Tiernos

Aquí dejo 10 consejos para que todo aspirante a culito tierno sea un miembro digno y de pleno derecho. Los más talibanes de esto estarán pensando “Tú que dices, maldito xboxer, tu nunca has sido un culito tierno”. Perdón. Yo ya jugaba con Jan al Counter Strike en un clan antes de que vosotros le conociérais siquiera. Pobres mortales. Así que tengo el espíritu bien mamado, y me permito el lujo de ofrecer impagables consejos. Limitaos a agradecerlos.


El decálogo de los culitos tiernos


1.- Insulta a tus enemigos. El caos y la desmoralización en la facción rival es vital para la victoria. Y no hablamos de insultos al uso y de sobra conocidos que, por comunes, ningún efecto van a tener (ejemplos: “hijosputa” “cabrones” “capullos”, etc). No. Se trata de proferir auténticas aberraciones lingüísticas en las que Jan es el maestro absoluto, el ejemplo a seguir. Para muestra un botón: “Me cago en tu puta vieja la cangreja, hija de mil padres, la jodida enana rencorosa zarigüella de los cojones, ya estaba más escondida que los cojones de un perro después de montar a una puta perra, me caaaago en DIOOOOOOOOOOOOOOOSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”. Si además conseguimos que los interlocutores se tengan que quitar los cascos por temor a la integridad de sus tímpanos y dejamos la pantalla salpicada de babas, mucho mejor.


2.-Insulta a tus aliados. Sí. Mantener la moral alta en la propia tropa es otro factor crucial si queremos alzarnos victoriosos. La técnica a utilizar es similar al punto anterior. Por ejemplo “¿Pero cómo te has dejado matar así, puta topa cegata? Si se le veía a mil jodidos kilómetros, joder. Tienes menos reflejos, me cagon Dios, que un maniquí del Zara con los ojos vendados.” Aquí es conveniente también alzar el tono de voz, pero con cierto matiz de condescendencia. Tampoco hay que pasarse, al fin y al cabo son de los nuestros.


3.-Pon nombre a tu fusil. Qué soldado que se precie no lo hace. Y no hablamos en este caso de las mariconadas que se ven en las películas yankis. Nada de nombres de mujer. Mi escopeta de cañón recortado calibre .12 gauge no se va a llamar Marlene. No. Se va a llamar “Ojos negros” “Ojos de perro” o “Labios calientes”. Las granadas de espinas se van a llamar “Pinchacondones”. La pistola será “El té humeante”. El fusil de cerrojo “El estruendos”. El lanzagranadas “El cascanueces”. La ametralladora calibre .40 es la entrañable y adorada “Esperrigochadora” Etc.


4.- Sadismo. Cuando un enemigo cae muerto, especialmente si por nuestra pantalla desfila su pulpa chicharrinosa (los sesos se le han desparramado contra una pared, hay un enjambre de vísceras en el suelo, un brazo mutilado ha salido volando,… ) hay que reirse a estentoreas carcajadas. Es lo más gracioso que hemos visto en nuestra jodida vida. Otra técnica de Jan es, cuando a un cadáver se le mueve algún miembro, levantarse con ojos desorbitados y decir a voz en grito “CAGON DIOOOSS… ¿Has visto eso? ¡Tiene jodidos espasmos post-mortem!”


5.-Seña de identidad. Debe haber algo en tu modo de combatir que te distinga de los demás. Un detalle de asalto, una táctica. Por ejemplo, rondar por los bordes del mapa a la busca de francotiradores para matarlos de un culatazo en la nuca al grito de “Hijo de perra”. Seguir acribillando al cadáver de un enemigo que nos ha resultado particularmente insidioso, para luego recargar y decir “quédate con el cambio”. O, la mía propia favorita, de vez en cuando tirar granadas sin ton ni son por encima de algún muro/tejado. Es sorprendente la de gente que se puede matar así, son casi daños colaterales. Eso sí, cuidado con el fuego amigo.


6.- Admira el paisaje. El esfuerzo de los desarrolladores por simular un entorno chachi es algo que los culitos tiernos saben agradecer. De nuevo, cito al maestro de maestros, Jan: “Cagon dios maifren, fíjate, se ven los agujeros de las balas”


7.- A la guerra se va con provisiones. No nos pase lo que a los coreanos que juegan hasta que mueren de deshidratación/inanición. Cerveza, cocacola zero, ganchitos del hipercor o el kiosko de la señora, porros… Todo vale.


8.- Absoluta falta de paciencia ante fallos técnicos. El wifi ha perdido señal. Se ha caído la red. Se ha ido la luz. No importa el motivo. Tenía la cabeza de alguien en el centro del punto de mira y el dedo presto a pulsar R2. Hay que poner el grito en el cielo. “Me cagon dios y en los hijos de puta de [ono|telefonica|jazztel|yacom|…]!!!!!!!!!” Opcional, tirar el mando contra la pared.


9.- Acoso y derribo a los miembros del sexo opuesto. Mándale una foto tuya a la tia más buena (o con la piñata más desmesurada) del clan, recién salido de la ducha, cabello mojado, tez psicótica, pistola de juguete en ristre y sabrás de qué hablo.


10.- Y por último y lo más importante: Jan es tu nuevo Dios. Camina junto a Jan. Aprende de Jan. Sé Jan. Supera a Jan.

5 comentarios:

  1. mocogon mi madre, por fin vuelvo del infierno, malditos pinchauvas

    ResponderEliminar
  2. Mocogon dios, yo de vacaciones y no como cojones escribir un puto articulo. Soy un jodido paleto, vais a morir todos.

    ResponderEliminar
  3. Ostia puta, Señor Braki, ya se te echaba de menos por aquí, guelcom mai fren!

    ResponderEliminar
  4. Ese braki infernal ha retornado de las tinieblas, ya se deja sentir su inhumana presencia... Y por problemas técnico-psicológicos parece que voy a seguir siendo el casi único posteador del blog xD

    ResponderEliminar
  5. Actualización a v1.1


    Añadamos al texto del post como nota léxica para culitos tiernos que no se debe decir disparo, sino disparísimo...


    Ah, aquella mañana de resaca salmantina, auqellas voces de Jan a tempranas horas de la mañana "Pero mocogon diooos... que ha sido eso? un disparisimo? Nos estan disparando! Tómale el pulso a Jose a ver si sigue vivo..." Cómo orvidarlo

    ResponderEliminar