lunes, 3 de julio de 2006

El Janpiro

Perris pulsó el botón número 3 y las puertas se cerraron con un quejido. El ascensor inició su traqueteante ascenso hacia un siniestro destino.

- A ver, explícamelo otra vez – dijo Txema.- ¿A qué dices que nos enfrentamos?

- Es un Janpiro – dijo Pipe -. Un ser de las tinieblas. ¿Quién sabe la de siglos que lleva perpetrando maldades en su impía existencia? Ese hijo de perra no es humano. Y hoy hemos venido aquí, a su mismísima guarida, a poner fin a su iniquidad.

- Será mejor que nos demos prisa – dijo Perris encendiendo un Lucky -. Está a punto de caer el sol y no quiero encontrarme a ese bastardo despierto y en pleno uso de sus poderes.

- Hemos tardado demasiado en localizarle – dijo Pipe -. El maldito cabrón se esconde bien cuando no quiere que nadie le encuentre.

- Tranquilos – dijo Txema levantándose la camiseta .- He traído la artillería.

Del borde de sus vaqueros asomaba la empuñadura de una IMI Desert Eagle calibre 50. Pipe la contempló con gesto torcido.

- No te servirá de mucho. Como ya he dicho, esa cosa no es humana. Aunque quizás pudiese tener servidores que sí lo sean. Venga, vamos.

Las puertas del ascensor se abrieron y los tres hombres salieron al descansillo del tercer piso. Frente a ellos, la puerta de madera apenas si podía retener el terrible mal que rezumaba de su interior. Txema sintió un escalofrío que recorría su espina dorsal. Sacó un botellín de cerveza de su mochila y le dio un largo trago, enjugándose los labios con el dorso de la mano.

- Santo Dios – dijo -. Estoy acojonado.

- No te preocupes – dijo Perris -. Es normal la primera vez. Venga, movamos el culo. Cuanto más tardemos será peor.

Reteniendo el aliento Pipe pateó la puerta, que saltó sobre sus goznes colgando en un ángulo extraño. Una bocanada de aire putrefacto les golpeó en pleno rostro como una bofetada. El hedor del mal provenía de una estancia a la izquierda. En ella miles de cachivaches electrónicos se agolpaban sin orden junto a enjambres de botellas vacías, colillas, restos de comida y ropa. Al fondo, sentado en una suerte de trono, se hallaba el Janpiro. Era una criatura de mirada siniestra y ojos enrojecidos. Se hallaba despierto y sonreía con gesto malvado. Iba armado con la PSP y un spray de Nenuco.

- Bienvenidos a mi humilde morada – dijo con voz cavernosa mientras se levantaba -. Entren libremente y por su propia voluntad, y dejen parte de las krikas que portan.

- ¡Mierda! – masculló Perris -. Está despierto. No os dejéis engañar por su lánguido aspecto. Ha matado más hombres que la viruela.

- La Pepsi Light es la vida – dijo el Janpiro con los ojos inyectados en sangre -. ¡Y será mía!

En ese momento, Pipe dio un paso al frente sacando una DS e interponiéndola frente al Janpiro, cuyo rostro se desencajó de terror.

- ¡Atrás, criatura del infierno! El poder de Nintendo te obliga... ¡El poder de Nintendo te obliga!

La criatura retrocedía cubriéndose la cara con las manos.

- ¡Nooooooooooooo! La PSP es mejor. Tiene mejores gráficos y mueve más polígonos, buaaaaaaaaaaah... Perris, te compro la tuya por 50 €

(continuará)

Espacio patrocinado por Sony, Nintendo y Nenuco.

1 comentario:

  1. Para los que no lo sepais, esta historia es rigurosamente cierta, aun tiemblo de temor al recordarlo. Ese encuentro dejó secuelas indelebles en todos nosotros, txema siempre lleva al menos una caja de botellines de Meahou en la mochila, pipe lleva una ds al cinto y una lite en el tobillo, y yo me he tatuado el logo de nintendo encima del que tenia de sony. Ninguno de nosotros volvió a ser el mismo...


    Humakt (aka "perris") cazajanpiros desde 1975

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